martes, 22 de enero de 2013

Pequeñas alegrías et non paucas


La  dramatización que nos regala Magadalena Kozená del aria 5 de  la cantata 30 de Bach vale por muchas fatigas. Es sin duda una recreación bien feliz.  Decía  con mucha razón  San Bernardo: Habet mundus iste noctes suas et non paucas:" Tiene este mundo sus noches y no son pocas". Ya se ve que no pasa el tiempo para las grandes verdades ahora que son  días  umbríos. Podía el de Claraval haber sentenciado simplemente que el mundo tenía sus oscuridades sin más, pero esa coda punzante - et paucas- nos susurra   que sabía  muy de  primera mano de qué va esto de la vida.  Y eso nos lo hace bien cercano, salvando los siglos.  Por eso mismo  uno valora mucho  esta luminaría tan simpática  para el  oido  y  la vista que  nos dona  la Kozená con la gratuidad  del "porque sí".

Macbeth decía   que la vida era un  cuento narrado por un idiota lleno  de ruido y furia. Y que nada significaban.  Frente a ese sound and fury, que tiene mucho de cierto y más en estos días,  se alza este cuento visual "bien temperado" donde halla  descanso  el espíritu con  los sentidos.   

 Tiene, es verdad, sus noches este pobre mundo.  Y sus idiotas, ciertamente . Pero también sus mañanicas de   Kozenas que lo hacen habitable.

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